miércoles, 17 de febrero de 2016

Conquista del desierto: La ignorancia interesada de la minoría araucana

Militancia e ignorancia
La absurda e interesada campaña en contra del general Roca no hace más que tergiversar los hechos para instalar otro discurso fruto de la intolerancia

La Nación

Reiteradamente hemos señalado desde estas columnas que distintas figuras históricas han sido demonizadas, presas de la lamentable intolerancia reinante en los últimos tiempos. Entre ellas, la de Julio Argentino Roca, fundador del Estado argentino moderno y a quien le debemos que la Patagonia sea argentina.

El monumento en su honor, emplazado desde 1940 en el Centro Cívico municipal de la ciudad de San Carlos de Bariloche, constituye un ícono de la ciudad que agitó en los últimos años distintas posturas políticas y sentimientos encontrados. Militantes de la Cooperativa 1° de Mayo, en su mayoría mapuches, quisieron derribarlo en 2012 por considerarlo "el responsable del genocidio más grande de la historia". Este año, el artista Tomás Espina lo intervino cubriéndolo con un puente de madera y reactivó los enfrentamientos, dejando en evidencia la fractura de una sociedad en torno a esta señera figura que fue dos veces presidente de la República. En las últimas semanas, se levantó un árbol de Navidad gigante justo encima de la estatua ecuestre (ver foto debajo), aun cuando el espacio de la plaza es suficientemente amplio como para haber dado cabida a ambas expresiones, en claro símbolo de la paz que propone el espíritu navideño.


Imbéciles en Bariloche ocultan el monumento a Roca con un puto arbolito de Navidad

Retomando el hilo de la historia, una mirada a un mapa antiguo que reproducimos en esta página, confeccionado en 1860 por un conocido cartógrafo de Filadelfia, permite observar que, para los Estados Unidos de América, la Confederación Argentina no comprendía a la Patagonia, pues fijaba claramente el límite meridional de nuestro país en el Río Negro. Más al Sur, comprendido el territorio de la Tierra del Fuego, se lee "Patagonia" y, en tipografía menor, las palabras "New Chili", Nuevo Chile. Evidentemente, no consideraba que la extensa región en cuestión -que comprendería las actuales provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego- fuera una superficie "sin dueño" en aquella época.


La Patagonia, en poder de Chile, según cartografía de 1860. Foto:Archivo

El histórico documento cartográfico al que hacemos referencia coexiste con otros de similar tenor. Pone de relieve, una vez más, que la Campaña del Desierto no fue una cruzada contra el indio, sino una maniobra militar tendiente a excluir a Chile de la Patagonia, barriendo cualquier aspiración de apropiación por parte del país hermano respecto de tan extenso como valioso territorio. De hecho, el ejército que comandara el general Roca tenía por objeto derrotar a las tribus de origen chileno, instrumento de empresarios trasandinos que compraban los productos de sus saqueos.

La etnografía da cuenta de diversas tribus originarias de la Patagonia argentina. Ninguna de ellas bajo el nombre de "mapuche". Los mapuches a los que derrotó Roca no eran "pueblos originarios" de la Patagonia, sino "invasores": eran araucanos que provenían de Chile y que habían aniquilado a los verdaderos pueblos originarios, los tehuelches. Recordemos, además, que Roca negoció la paz con la mayoría de las tribus, lejos de exterminarlas y que, fruto de su astucia, logró posteriormente de manera incruenta el reconocimiento chileno de nuestra soberanía en el Sur.

Su acción permitió que nuestro país extendiera el territorio nacional, desplazando el límite que fijaba el Río Negro. De resultas de esta nueva ocupación, la Argentina también pudo reclamar territorio antártico e insular en el Atlántico Sur. La valiosa gesta geopolítica de Roca se completó con la visión del Perito Moreno, héroe civil y prohombre muchas veces olvidado, cuya argumentación a favor de tomar la "línea divisoria de aguas" en lugar de "las altas cumbres que dividen aguas" evitó que perdiéramos los lagos, la precordillera y la Cordillera al sur del lago Gutiérrez, hoy lindante con Bariloche.

La Campaña del Desierto se enmarca en el proceso de conformación del Estado nacional y de delimitación de nuestro territorio, que posibilitó el desarrollo de la región. La absurda e interesada militancia en contra de Roca no hace más que tergiversar los hechos para instalar un discurso fruto de la ignorancia y la intolerancia. El lago Nahuel Huapi, por caso, o los yacimientos de YPF en la Patagonia no serían hoy argentinos, incluidos el de Vaca Muerta. Y el general Enrique Mosconi no hubiera contado con los recursos naturales que potenciaron el progreso económico de la Nación.

1 comentario:

  1. Es la realidad de lo que ocurrió
    Preguntarle a los tehuelches que opinan del genocidio de los suyos
    A manos de los araucanos chilenos
    Hay un interesante escrito advirtiendo esto que se trataría de tergiversando origen de las supuestas tribus autóctonas mapuches
    Era el militar y 3 veces presidente Juan Domingo Peron
    En estos 12 años de mezcló a propósito para sacar redito
    economico por un lado mostrando al indio perseguido pidiendo por sus derechos perseguidos por los lugares de la época Roca saliendo seudo jefes algunos viven en Londres ,rareza no,exigiendo tierras y reibindicando derechos creando una versión de la historia muy conveniente a sus bolsillos
    Por otro lado los que se dejaban llevar por el relato tergiversando ,que lo es, hay investigaciones muy minuciosas sobre el tema que tiran por tierra esta nueva reescritura de la historia
    Y un punto guste o no le guste la realidad es que se a una guerra
    Justa injusta (ninguna guerra es justa)los indios perdieron y el estado es lo que es hoy gracias a la toma de esas tierras por que sino que la mitad de América se vuelva aEuropa y que se queden los originario y esto es algo que no se puede cambiar .

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